miércoles, 30 de mayo de 2012

La pobreza infantil: un cáncer de los países desarrollados


Más de 30 millones de niños en 35 países desarrollados viven en situación de pobreza relativa, según un estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
RT
El informe  Midiendo la pobreza infantil en los países ricos revela que 13 millones de menores de las naciones miembros de la Unión Europea, más Islandia y Noruega, no tienen cubiertas las necesidades básicas para su desarrollo y advierte sobre el impacto de las políticas de austeridad y de recorte de los gastos sociales en la vida de los menores.
Para realizar el estudio se analizaron dos grandes variantes. En primer lugar, la de la llamada pobreza relativa, la cual corresponde a los niños que viven en hogares donde los ingresos son equivalentes a la mitad del promedio nacional. 
En segundo lugar, los expertos tuvieron en cuenta la situación de privación, que se da cuando un menor carece de dos o más de los 14 elementos considerados indispensables, entre los que figuran, tres comidas al día, libros para sus estudios o dos pares de zapatos.

España y EE. UU. entre las naciones con situación más grave 

El estudio, realizado en 35 países de la Unión Europea y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), concluye que Rumanía, EE. UU., Letonia,  Bulgaria y España son las naciones con el mayor porcentaje de pobreza infantil relativa, mientras que la mejor situación corresponde a Islandia, Suecia y Noruega.
Existe, según el informe, “una falta de prioridad gubernamental” en países desarrollados como España, Grecia, Italia, Japón, Letonia, Suiza y EE. UU. Incluso en naciones donde la participación estatal para combatir este problema es alta, los datos no son satisfactorios. Así, aunque Francia ocupa el primer lugar europeo con un gasto del 3,7% del Producto Interior Bruto en esta materia, el 10,1%  de niños sufren carencias y el 8,8% están en situación de pobreza relativa.

Según defendió el autor del documento, Peter Adamson, la tasa de pobreza infantil de un país es el indicador más importante que una sociedad tiene sobre sí misma y revela cómo ésta protege a sus ciudadanos más vulnerables.
Adamson concluye que en los países desarrollados la tasa de privación “debería estar muy próxima al 0%” y lamentó que en cuatro de cada 10 países analizados el porcentaje de niños que sufren la carencia de estos elementos básicos sea superior al 10%, entre ellos Francia, Italia, Grecia y Portugal.