lunes, 11 de febrero de 2013

Denuncian torturas en un centro de menores platense

Desgraciadamente, no sólo se tortura en el estado español. El sistema judicial juvenil es muy similar en todas partes, el horror está globalizado. La imposición judicial de medidas educativas (condenas), los mecanismos de sujeción mecánica (grilletes), las defensas de goma (porras), las separaciones de grupo (penas de aislamiento) o las salas de reflexión (celdas de aislamiento) se extienden por todo el mundo, siempre por el interés superior del menor. A continuación reproducimos la denuncia realizada por la Comisión Provincial por la Memoria de La Plata (Argentina).

La CPM denunció las gravísimas torturas padecidas por un menor alojado en el Centro de Recepción de la ciudad de La Plata: aislamiento, golpes, condiciones inhumanas de detención y sujeción permanente con esposas fueron constatados en una visita realizada el día 6 de febrero a ese establecimiento. Se presentó un hábeas corpus ante el Juzgado de Garantía Nº 2 de La Plata a cargo del Dr. Fabián Cacivio, quien ordenó el inmediato traslado del joven a otra institución, entre otras medidas.
La CPM reclama a los poderes públicos provinciales la adopción de medidas urgentes para garantizar los derechos de éste y todos los jóvenes detenidos en el Centro de Recepción a Plata; que se investigue judicial y administrativamente el accionar de personal de esa institución y que se repare y atienda de manera adecuada a la víctima. Asimismo solicita que se intime a las autoridades de la Secretaría de Niñez y Adolescencia al cumplimiento urgente de todas las sentencias dictadas sobre este centro.
Los hechos
El día 6 de febrero de 2013 un equipo del Comité contra la Tortura de la CPM inspeccionó el Centro de Recepción La Plata, constatando que un joven de 17 años se encontraba encerrado en condiciones inhumanas, en una sala de enfermería, tirado sobre un colchón roto, sucio y manchado con sangre, esposado a la reja que delimita la enfermería. Se observó que se encontraba en esas condiciones desde el día 1 de febrero, habiendo pasado previamente, siempre esposado, por los distintos pabellones del centro. El lugar donde se encontraba es de aproximadamente 3 metros cuadrados, sin baño ni mínimas condiciones de habitabilidad. Personal de la institución justificó ese accionar diciendo que el joven se “auto agredía e intentaba suicidarse”. La sujeción constante es el único tratamiento brindado al joven, en lugar de un dispositivo de contención y asistencia adecuado a su angustia y descompensación. El joven es de Bahía Blanca –a más de 600 kilómetros, lugar en donde reside su familia que no puede viajar a visitarlo- y éste es uno de los elementos fundamentales que contribuyen a su situación emocional. Es de destacar que el joven ha reclamado en forma constante su traslado a Bahía Blanca, donde había estado alojado previamente. Ante la falta de respuesta se ha autoagredido, e intentó suicidarse días atrás.
La CPM también pudo constatar que el 28 de enero fue brutalmente golpeado por seis asistentes de minoridad. Luego de un intento de suicidio el 1º de febrero, fue nuevamente golpeado esta vez por cinco asistentes, uno de los cuales le decía “guacho, por tu culpa voy a perder el trabajo y después quién le da de comer a mis hijos”.
Los antecedentes
Por otra parte, la CPM denunció que persisten algunas de las condiciones indignas de detención que viene denunciando desde hace más de seis años, y que en el año 2008 diera lugar a una sentencia ejemplar por parte del mismo juez que interviene como garante de los derechos del joven en este caso. Sentencia que se ha cumplido en lo relativo a la reducción de la población encerrada en dicho establecimiento, pero no en los tratamientos de salud integral que deberían brindarse, el acceso a la educación formal o la formación profesional.
Roberto Cipriano García, director general de Promoción y Protección de Derechos de la CPM, señaló: “En el marco de su tarea de control de lugares de encierro de la provincia, la Comisión por la Memoria viene señalando los problemas estructurales en la atención de la niñez en la provincia de Buenos Aires, y las graves violaciones de derechos humanos que acontecen en los lugares de detención de jóvenes. Los tratamientos tendientes a responsabilizar a los pibes o reinsertarlos son inexistentes, la atención de la salud deficiente y no hay dispositivos tratamentales para la contención o asistencia de los pibes detenidos”.
Alejandro Mosquera, secretario ejecutivo de la CPM, agregó: “La tortura es incompatible con el estado de derecho. Estas prácticas que persisten en los lugares de encierro deben ser definitivamente desterradas y para esto es indispensable el diseño de políticas provinciales dirigidas a la prevención de la tortura y la asistencia a las personas afectadas, así como también un accionar judicial que sancione estos casos”.
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