domingo, 23 de marzo de 2014

Dos millones de personas reclaman dignidad en un día histórico

Las Marchas de la Dignidad 22M han conseguido inundar esta tarde el centro de Madrid con una masiva marea obrera y ciudadana. Dos millones de personas han abarrotado las calles de Madrid. Cuando la cabecera avanzaba por Cibeles, el Paseo de Recoletos y la Plaza Colón estaban completamente llenos de gente. En ese momento la cola de la manifestación aún no se había movido de Atocha.
A pesar de los obstáculos que el Gobierno ha ido poniendo en el camino para impedir el éxito de la movilización, se ha demostrado que “Sí se puede”, se ha demostrado que el pueblo no quiere más recortes, que no quiere pagar una deuda de los bancos a costa de los derechos sociales.
El 22M ha agradecido la extraordinaria acogida del pueblo de Madrid que se ha lanzado a la calle no sólo a aplaudir esta mañana a las diferentes columnas que se dirigían hacia Atocha sino que además se ha sumado masivamente a la manifestación.
Tras llegar a Colón la periodista Olga Rodríguez y el actor Willi Toledo leyeron el manifiesto de la marcha de la dignidad que planteaba superar este sistema que crea desigualdad y este régimen del 78 lleno de corrupción.
Tras la lectura del manifiesto, las diferentes intervenciones de las 10 columnas han puesto el valor la defensa de los derechos sociales y los servicios públicos, de un empleo decente, de la renta básica, del derecho a la vivienda y han criticado los recortes y exigido que se vaya el Gobierno del PP y todos los gobiernos que ejecutan las políticas de la Troika.
Tras las intervenciones se dio paso un acto musical amenizado por el cantaor Manuel Gerena y la Solfónica de Madrid.
Disturbios
Precisamente, sobre las 20.15 h., cuando comenzaba la actuación de la Solfónica se comenzaron a producir cargas policiales en la calle Génova. Dos o tres encapuchados, ajenos a la manifestación, que fue absolutamente masiva y pacífica, tiraron unos petardos cerca del cordón policial que protegía la sede del PP con el fin de provocar a la policía. El dispositivo policial en un ejercicio de inaudita irresponsabilidad profesional procedió entonces a cargar hacia Colón cuando se desarrollaba el acto final de la manifestación y con una plaza llena de familias.
A pesar de los reclamos que se le hizo desde la megafonía a la policía en el sentido de que estaba interfiriendo un acto legal, ésta continuó cargando en dirección hacia el Paseo de Recoletos que estaba completamente lleno de personas pacíficas que no tenían nada que ver con los cuatro provocadores parapoliciales de siempre. Asimismo, cuando aún no había concluido el acto, un nuevo dispositivo policial se desplazó desde la calle Jorge Juan para cortar en dos la manifestación, aislando por completo las miles de personas que seguían el acto en Colón de las decenas de miles que no habían podido llegar a Colón y que seguían avanzando por el Paseo de Recoletos.
Las marchas de la Dignidad 22M han responsabilizado a los mandos del dispositivo policial y a la Delegada del Gobierno de los disturbios ocurridos. Según manifestaciones de portavoces de la marcha: “no sólo no han protegido una manifestación legal, no sólo no han protegido los derechos fundamentales, como era su obligación, sino que han cargado de forma innecesaria y abusiva contra miles de personas pacíficas, interfiriendo un acto legal”.
La Sra. Cifuentes ha demostrado una vez más que no cree en las libertades y la democracia y ha organizado este montaje policial para justificar la represión e intentando convertir una movilización masiva y pacífica en un problema de orden público.