sábado, 31 de marzo de 2012

Juzgan por vejaciones a dos monitoras y al director de un centro de menores de Ourense

J.FRAIZ - OURENSE Los tres presuntos responsables de infligir castigos vejatorios a menores de edad en un centro de acogida de Ourense dependiente de la Xunta se sentaron ayer en el banquillo enfrentándose, cada uno, a tres años de prisión. Veinticinco testigos, incluido cuatro chicos tutelados, apuntalan la gravedad de unos hechos de los que los acusados se desvinculan, según las fuentes consultadas. "Hay que poner lo que dicen en su debido contexto", justificaba una persona del entorno. Pero el relato de la Fiscalía contra el director de la casa de acogida, Arturo E.R., y las dos educadoras, Noemí B.D. y Vanesa F.V., es contundente. Los acusados pusieron en práctica, reprueba la acusación pública, castigos extremos "vejatorios y degradantes" para los niños que se portaban mal, "en especial sobre los más pequeños". Entre otros hechos, las imputadas, con la supuesta aprobación del directo, obligaron presuntamente a comer el vómito a una menor y a llevar las bragas sucias en la cabeza a dos gemelas de 7 años.
Castigos
Algunos testimonios no se conocerán hasta el lunes, cuando sigue el juicio. La primera sesión se celebró ayer a puerta cerrada en el juzgado de lo Penal ourensano. La revelación de una chica acogida en el verano de 2008 destapó hechos graves que refleja el fiscal en su escrito de calificación y otros detalles que la denunciante confesó a FARO al trascender los hechos en verano de 2010, dos años después. "Lo peor que viví le tocó a una niña que tenía problemas psíquicos y era muy nerviosa; cuando le daba un ataque la metían en una bañera con agua helada", manifestó a este periódico la joven denunciante.
Pero hay más. En la casa de acogida "Lar" de la calle Casaio de Ourense –dependiente de una entidad que mantiene tres casas en toda Galicia– las dos educadoras acusadas habrían puesto en práctica castigos humillantes, según el fiscal. Noemí B.D. y Vanesa F.V. serían responsables, según la denuncia, de obligar a comer cebolla de desayuno a dos gemelas de 7 años cuando se orinaban en la cama, así como de conminarlas a ponerse las bragas sucias en la cabeza. Una vez, dice el fiscal, pusieron a las niñas en el balcón mientras llovía por haberse orinado en la cama.
Además, tres menores de 7 años habrían sido forzadas a limpiar las paredes con agua y lejía al menos tres veces. Las acusadas obligaban a las niñas, dice la acusación, a ponerse contra la pared castigadas, de rodillas y con diccionarios en las manos, y en una ocasión soportaron un día entero de castigo frente a la pared. También una niña estuvo una semana entera encerrada en la habitación de un educador y otra que vomitó tuvo que comerse el desperdicio a modo de castigo, sostiene el ministerio público.
Todos estos castigos eran supuestamente "conocidos y alentados" por el director, Arturo E.R., con décadas de experiencia en la tutela de menores y que llegó a vicepresidente de la Asociación Gallega de Centros de Menores (Agaceme). El acusado visitó el centro –que acabó clausurado– una vez por semana y habría sugerido a las educadoras que "si los niños se portaban mal" podían darle un cachete o tirón de orejas. El fiscal cita una conversación del director con una menor a la que supuestamente dijo que "como sigas así tu futuro en la calle con las piernas abiertas". La Fiscalía imputa a los acusados 3 delitos de maltrato psicológico y contra la integridad moral, de tipo habitual y sobre menores, con la agravante de abuso de superioridad.


Faro de Vigo